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Archivo de la etiqueta: Mito

La invención de la mitología (Marzoa)

Nunca aparece en aquella antigüedad, ni a propósito de Troya ni de cosa otra alguna, ese relato secuencial, ese continuo narrativo, en el que para llegar a la destrucción de Troya se empieza por una boda regia en la que por una manzana pasa algo entre tres diosas. La «acción» de la Ilíada dura unos pocos días y, en sí misma y como acción relatada, es un episodio muy puntual, mínimo dentro del amplio continuo narrativo; bien es verdad que quien «lee» hoy la Ilíada, aunque sea en traducción, o quien «cuenta» «qué pasa en» la Ilíada, toma conocimiento del material que constituye el contenido del aludido relato secuencial; necesariamente, o bien lo relata o bien lo da por conocido; asimismo, una tragedia, en sí misma y en lo que tiene de relato, es un instante, un vuelco, y también aquí ocurre lo que hemos dicho que ocurre con quien la «lee» y la «cuenta». Puede suscitarse (y de hecho se suscita ya desde relativamente antiguo) la impresión de que, con independencia del canto, el espectador u oyente poseía ya el continuo narrativo del cual el canto glosa algún punto. Sin embargo, esto solamente es cierto en el mismo sentido en que es vacío, a saber: que el canto nunca es el primer canto que hay ni siquiera el primero que el oyente oye. Por lo demás, el continuo narrativo y el relato secuencial no son en absoluto (ni siquiera como posibilidades) presuposiciones del canto, sino que, por el contrario, son resultado o consecuencia de la compilación, superposición e integración de los materiales narrativos de cantares diversos, tal como los systémata helenísticos en los que, seleccionando unas u otras posibilidades, se obtiene una u otra harmonía no son ni expresan presuposición alguna de las harmoníai mismas, sino, bien al contrario, el resultado de una operación que las com-pone. Es así como se constituye, a comienzos del Helenismo, lo que llamamos «el mito» o «la mitología» (así como cada uno cualquiera de sus conjuntos o bloques); mŷthos es una de las palabras con las que en griego se dice «decir»; en Homero ni siquiera tiene relación particular con lo narrativo, relación que, incluso después, en época clásica, es más un resultado de contextos determinados que algo inherente a la palabra misma.

F. Martínez Marzoa, Interpretaciones, pp. 76-78.

Kahlo The deceased Dimas

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“Interpretaciones”. De Marzoa, 27-04-2013.
Diké y adikía (minipost), 30-04-2013.

 

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El mito y el principio

El mito no se pregunta cómo del caos ha surgido un mundo ordenado; responde a esta cuestión: ¿Quién es el dios soberano? ¿Quién ha conseguido reinar (anassein, basileuein) sobre el universo? En este sentido la función del mito es la de establecer un distingo y como una distancia entre lo que es primero desde el punto de vista temporal y lo que es primero desde el punto de vista del poder; entre el principio que está cronológicamente en el origen del mundo y el soberano que preside a su ordenamiento actual. El mito se constituye en esa distancia, que es el objeto mismo de su relato, pues éste representa, a través de la serie de las generaciones divinas, los avatares de la soberanía hasta el momento en que una supremacía, definitiva ya, pone término a la elaboración dramática de la dynasteia.

J.P. Vernant, Los orígenes del pensamiento griego, p. 126.

Klimt La esperanza

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Génesis y estructura en el pensamiento mítico, 12-12-12.

 
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Publicado por en enero 11, 2013 en Cosas de Grecia, Materiales

 

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Génesis y estructura en el pensamiento mítico (minipost)

«Para el pensamiento mítico toda genealogía es al mismo tiempo, e igualmente, explicitación de una estructura; y no existe otro modo de explicar una estructura que presentarla bajo la forma de un relato genealógico.»

J.P. Vernant, Mito y pensamiento…, p. 24.

 
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Publicado por en diciembre 12, 2012 en Cosas de Grecia, Materiales

 

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Mitos platónicos

«Esta imposibilidad de explicación es la que puntuan los mitos y alegorías que recorren la literatura platónica, que por tanto jamás deben tomarse como explicaciones. El esclavo que ha aprendido geometría sin saber cómo lo ha hecho (o sea, practicándola) sólo puede comprender algo tan sorprendente invocando una anterioridad (ya lo sabía antes, aunque no supiera que lo sabía), anterioridad que, figuradamente, se presenta en el diálogo como una (inverosímil) «vida anterior del alma en un tiempo precedente»: pero, en sentido propio (verosímil), el antes al que remite esa anterioridad no es –y de ahí la persistencia de la aporía- ningún tiempo precedente, ni siquiera algo que esté «antes del tiempo» o fuera de él (algo como la eternidad, o como unos supuestos modelos intelectuales situados en el «mundo de las Ideas», o como unos presuntos arquetipos anímicos del inconsciente colectivo, imágenes que son otros tantos mitos o alegorías, pero no explicaciones), aunque tampoco esté exactamente «en el tiempo» ni, por tanto, pueda ser susceptible de recuerdo alguno en el sentido ordinario del término».

J. L. Pardo, La regla del juego, p. 41-42

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Más cosas sobre la supuesta ironía socrática y sobre la noción de prosa, 01-06-2011.
Platón, la escritura, su escritura, 28-06-2011.
Recordando diferencias ontológicas, 17-01-2012.

 

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La poesía, el mito y el surgimiento de la retórica.

No deja de ser curioso observar cómo la técnica de los poetas inspirados del espacio social «mítico-mágico», a pesar de estar objetivamente al servicio de la repetición de la identidad, era ya –inconscientemente– un arsenal de mecanismos para la producción de diferencias. (…) El poeta va innovando a medida que olvida, pero las innovaciones son selectivas. Así, el mitólogo no relata una «historia que viene del pasado»; inventa, pero pasa de contrabando sus innovaciones recubriéndolas con el prestigioso barniz de la tradición arcaica, haciéndolas escuchar como si se tratase de «lo que siempre se ha dicho». Así se explica que, una vez liberados –por la escritura y la ciudad– del espacio «mítico-mágico», estos procedimientos pudieran ser deliberadamente empleados para la fabricación indiscriminada de diferencias en un tipo de discurso retórico o sofístico que pertenece por antonomasia al campo pragmático de la palabra que, más que decir cosas, hace cosas –con palabras.

J. L. Pardo, La Metafísica. Preguntas sin respuesta y problemas sin solución, p. 51-52.

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Paradoja (de la) retórica, 16-6-2011.

 
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Publicado por en junio 27, 2011 en Cosas de Grecia, Materiales

 

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