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Archivo de la etiqueta: Presocráticos

Página web con los fragmentos de Heráclito

Un enlace a una web que permite ver los fragmentos de Heráclito, en griego y en inglés.

Fragments of Heraclitus

 

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Los presocráticos, según Marzoa (minipost)

De hecho es de los albores de la historíe, antes de Heródoto, pero ya dentro de ese género o cuasigénero, de donde se obtiene una buena parte del material textual fragmentario que se emplea para «llenar» el uso anacrónico de la categoría «filosofía». A este capítulo pertenecen, de entre los catalogados como los primeros «filósofos», en general los jonios, mientras que otra parte importante del material para ese llenado se obtiene de usos ya originalmente forzados de otros géneros, por ejemplo el épos de Parménides y Empédocles.

F. Martínez Marzoa, El decir griego, p. 71 n. 20

 

 

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Aristotle and his predecessors (minipost)

Modern critics have recognized that Aristotle did not intend to write a ‘history of philosophy’. He was doing just what he professed to undertake. He was seeking in his predecessors the four causes of the Physics, and any other causes that might possibly be there. (…) The stagirite claims that the earlier philosophers actually meant the four causes of the Physics, but could not express themselves clearly.

J. Owens, The doctrine of being…, p. 202

 

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Aristóteles historiador

«Aristóteles no hace historia –en el sentido contemporáneo del término–; contrapone un tempo de la inteligencia con el ámbito problematizado. Pero al hacerlo opera bajo la presión de dos factores que no podemos descuidar. Aristóteles lee los procesos históricos del conocimiento desde el horizonte de sus preocupaciones, y parece lógico que así sea; de esta manera introduce una «subjetividad» que le es imprescindible para situarse en uan genealogía del saber y, especialmente, para proponer una solución coherente de los problemas que margine las orientaciones platónicas. Inevitablemente esta exigencia se desdobla en un factor de control inmanente a su interpretación histórica: Aristóteles impone (desde su «subjetividad») una coherencia ideal, una secuencia de continuidad, a los momentos históricos del pensamiento para que se articulen en la perspectiva de los planteamientos que él propone para su tiempo. La historicidad del pensamiento es concebida como inseparable de una necesidad inmanente que guía el procesamiento de las preocupaciones. De tal forma que más que una historia de los pensadores se trata de una lógica de los problemas desplegada en la temporalidad».

Lorite Mena, Jenófanes y la crisis de la objetividad griega, pp. 148-149.

Anteriores post relacionados:
La transmisión de la filosofía en el Helenismo y más allá, 12-03.2012.
El anacronismo de los presocráticos, 27-04-2012.
El fragmento presocrático, 19-11-2012.

 

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El fragmento presocrático

«El siglo XXI procedió a establecer un inventario minucioso de las palabras presocráticas. A través de estas palabras, la historia se entrelazaba con la anatomía del pensamiento. Era una época en que el orden se interpretaba como codificación. Así, los pensamientos presocráticos resurgieron a la historia organizados en términos clasificatorios, en puntos de referencia que indicaban con precisión tanto el nivel donde llegaba el progreso del pensamiento como el momento de expresión de las cosas. Un entrelazamiento del saber y su temporalidad que permitió recoger un aluvión de términos en discursos que les eran extraños, y que desde esa exterioridad los aislaban o amalgamaban en una distribución diferente del saber, pero que, de hecho, constituían el único vínculo de realidad y, por lo tanto, de transmisión histórica confiable de la palabra presocrática.
»El pensamiento presocrático circulaba anteriormente en imágenes-verbales acomodadas a las cosas dos, tres, cinco o más siglos después: Platón, Aristóteles, Teofrasto, Diógenes de Laercio… El siglo XIX extrajo las palabras de esa circulación –donde estaban impregnadas del carácter de propiedad cultural–, y les confirió una autonomía, les creó un espacio fijo y con límites precisos. Así surgió el fragmento, un pensamiento sin circulación, sin propiedad, aunque fuera precedido por un nombre cuya realidad se diluía en unos signos sonoros (Anaximandro, Pitágoras, Parménides…). »Fragmento es el vocablo consagrado técnicamente para sublimar la violencia aceptada de una distancia entre el pensamiento y la palabra de los presocráticos. Palabras separadas de la representación, escindidas en objetos autónomos, depósitos de una historia del pensamiento que fijan el pensamiento en parcelas dispersas y fraccionadas.
»Esta distancia hace surgir el término con un valor absoluto, concentrado en sí mismo, separado de su voluntad de ser dicho, regido por leyes inmanentes promovidas a un nivel trascedental: su función sintáctica, su forma lexical, su pertenencia a un orden gramatical… Referentes inviolables para cualquier sujeto que quisiera hablar, y que por consiguiente determinaban sus posibilidades de pensar. La dinámica de las inquietudes del pensamiento eran así absorbidas en la preocupación por la circulación de los códigos del lenguaje. Se trataba de recuperar la dispersión de las palabras en la fluidez de un orden lingüístico fundamental y universal. El pensamiento se terminologiza: Tales queda retenido en el Agua, Anaximandro oscila entre el Apeiron y el katà tò khreôn, Parménides se concentra en el Ser… Los términos no forman parte de un pensamiento incrustado en una problemática que tantea pacientemente en busca de una posición vital, sino que son integrados en una estructura de legalidad verbal –elementos fónicos, soporte de raíces, alineamientos sintácticos…– donde adquieren una coherencia constitutiva. La terminilogización asume así una responsabilidad que le es insoportable: reducir el pensamiento a la reglamentación de unas expresiones. A partir de ese momento la historia del pensamiento puede ser desgajada de su contexto de inquietudes reduciéndola a una secuencia de ideas que sólo tienen como soporte la distribución estratégica de las palabras. Este ha sido el horizonte de la mayoría de los trabajos clásicos que dominan la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del XX».

J. Lorite Mena, Jenófanes y la crisis de la objetividad griega, Universidad de Murcia, 2003, pp. 9-10.

Anteriores post relacionados:
La transmisión de la filosofía en el Helenismo y más allá, 12-03-2012.
El anacronismo de los presocráticos, 27-04-2012.

 
 

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El anacronismo de los presocráticos

En el denominar como «presocrático» a un conjunto de textos o, más bien, de fragmentos textuales, no sólo se encuentra implicado el anacronismo trivial de proyectar retrospectivamente una delimitación a partir de un autor (como en el caso de nuestros a.C y d.C), sino uno más grave y serio, la proyección de una determinada «idea» de lo que sea filosofía, frente a otro tipo de disciplinas: la historia, la literatura, etc. Lo grave es que la superposición de esa distinción, digamos, entre lo «filosófico» y lo «literario» afecta a los dos miembros de la oposición, que se definen por exclusión: lo «filosófico» no es «literario», lo «literario» no es «filosófico».

***

«Desde después de Platón ciertos textos griegos anteriores a él se interpretan como especialmente vinculados a esa pretensión [la de hacerse relevante el juego mismo que siempre ya se está jugando], pero esos textos son trozos de tradiciones poéticas diversas, de géneros poéticos diversos. La «filosofía» anterior a Platón no sólo es fragmentaria en el sentido de que se conserven meramente fragmentos y no obras enteras, sino que lo es también en el sentido de que se trata de una colección a posteriori de trozos de géneros varios. La crítica al anacronismo de llamar «presocráticos» a los así llamados debiera extenderse al hecho mismo de la delimitación retrospectiva de ese (o cualquier otro) subconjunto de textos y autores para constituir el apartado «filosofía» en la etapa anterior a Platón».

F. Martínez Marzoa, Ser y diálogo, pp. 19-20.

Anteriores post relacionados:
-¿Qué es eso de los περὶ φύσεως?, 02-03-2011.
-El discurso de Erixímaco (περὶ τῶν ἐρωτικῶν λόγοι 3), 04-04-2011.
-Parménides y los males de Occidente, 06-02-2012.
-Pasajes de Heráclito usados en el seminario Lógos y Ser, 09-03-2012.

 

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